Los tratamientos corporales con aceites esenciales, vegetales, cremas y productos naturales ofrecen una amplia gama de posibilidades, adaptándose a diversas necesidades y objetivos. A continuación, se detallan algunas de las opciones más comunes:
. Masajes de aromaterapia:
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Finalidad: Relajación, alivio del estrés, mejora del estado de ánimo, reducción de dolores musculares y activación de la circulación.
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Cómo se hace: Se diluyen unas gotas de aceites esenciales (como lavanda para la relajación, menta para el alivio muscular o cítricos para energizar) en un aceite vegetal portador (como aceite de almendras, jojoba o coco). Esta mezcla se aplica en la piel mediante masajes.
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Tratamientos específicos:
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Anticelulíticos y reafirmantes: Se emplean aceites esenciales como el de ciprés, enebro o limón, mezclados con aceites vegetales como el de avellana o sésamo, para masajear las zonas problemáticas. Su acción ayuda a tonificar la piel y a mejorar el drenaje.
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Para estrías: El aceite de rosa mosqueta es muy popular para prevenir y atenuar las estrías. Se puede combinar con aceites esenciales como el de incienso o mirra para potenciar su efecto regenerador.
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Para pieles sensibles o irritadas: Aceites vegetales como el de caléndula, manzanilla o almendras dulces son ideales para calmar, reducir el enrojecimiento y reparar la piel. Se pueden enriquecer con aceites esenciales de manzanilla romana o lavanda.
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Para el cuidado de los pies: Las cremas y bálsamos a base de aceites esenciales de árbol de té o menta son perfectos para combatir hongos, refrescar y aliviar la sensación de cansancio.
. Bálsamos y cremas naturales:
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Finalidad: Proporcionar una hidratación intensiva y propiedades curativas específicas.
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Cómo se hace: Se combinan aceites vegetales (como manteca de karité o cacao) con cera de abejas y aceites esenciales para crear bálsamos para masajes, cremas para manos y pies, o productos para después del sol.